jueves, 8 de marzo de 2012

¿Qué tipo de maestra quiero ser



Qué características engloba para mi el profesor ideal...



  • Vocación
  • Paciencia
  • Creatividad
  • Responsabilidad
  • Autoridad
  • Organización
  • Flexibilidad
  • Ternura
  • Sociabilidad
  • Buen comunicador/a
  • Profesionalidad
  • hacer de modelo
  • Empatía
  • Capacidad para resolver conflictos
  • Artístico

    ¿Consideras diferente un profesor/a de la etapa 0-3 al de la etapa 3-6. ¿En qué se diferencian? ¿En qué se parecen?

    En mi opinión, las características anteriormente mencionadas debe cumplirlas cualquier profesor de la etapa de educación infantil tanto del primer ciclo, como del segundo ciclo. Pero, como es evidente, deben adaptarse a las características y necesidades de los niños según su etapa educativa. Por lo que, deberán tener unas capacidades y habilidades diferentes, sobre todo las relacionadas con la comunicación con los niños. 

    Los niños/as del primer ciclo sobre todo se comunican a través de lloros, expresiones faciales y/corporales y con el uso de expresiones o palabras aisladas. En cambio en la etapa de 3-6 los niños ya usan el lenguajes, ya empiezan a entender cosas que en el primer ciclo no entienden y empiezan a caminar y a correr con más precisión.

    ¿Qué tipo de maestro/a hay dentro del aula donde estoy?

    Dentro del aula del grupo de niños 1-2 en la que realizo mi período de prácticas, podemos ver una educadora entusiasta, que disfruta con lo que hace y hace disfrutar a los niños; una educadora creativa y original a la hora de llevar a cabo las actividades; una educadora organizada y ordenada con cada una de las actividades y los materiales del aula; una educadora sociable, que se explica y se hace entender muy bien; una educadora responsable y con autoridad, que deja claras las normas cada vez que explica una actividad, que hace entender a los niños que ella es el adulto dentro del aula y que dentro del aula hay que cumplir con unas normas; una educadora tierna y dulce que se preocupa por los problemas de los niños/as e intenta ayudarles; una educadora creativa y original que intenta hacer actividades diferentes cada semana; una educadora, a la vez que creativa, innovadora; una educadora dinámica, que no deja que haya tiempos muertos; una educadora que demuestra que le encanta su profesión y que disfruta llevándola a cabo.
    La verdad es que he tenido mucha suerte ya que, como podemos ver, mi tutora de aula cumple con todas las características que yo considero fundamentales para un profesor ideal. Quizá es verdad que en alguno momentos, yo intentaría imponer un poco más de autoridad, porque hay momento en que los niños no le hacen caso o consiguen casi siempre salirse con la suya. Pienso que muestra muy pocas veces su enfado ante los niños, lo cual considero que también es importante que se haga. A pesar de esto, en general, considero que mi tutora de aula se ajusta bastante al concepto que tengo de profesor ideal.

    ¿Qué tipo de maestro quiero ser?
    Ante todo, y como todos los que estamos empezando en esta profesión, y en cualquier otra profesión. Quiero hacer bien mi trabajo, quiero ser una buena profesora. Quiero llegar a algún día a cumplir con todas las características que he especificado considero que debe tener el maestro ideal de educación infantil, como es lógico.
    Quiero ser capaz de innovar, de reaccionar ante imprevistos, dificultades, conflictos... Quiero conseguir que los niños aprendan, y lo hagan divirtiéndose y, muy importante. Quiero disfrutar a cada momento del día de todo lo que hago en mi trabajo.

    ¿Ha evolucionado este concepto desde el primer curso de mis estudios?

    Definitivamente si. Antes de empezar mis estudios, para mí un profesor de educación infantil, debía ser alguién a quien le gusten sus niños/as, que disfrute con ellos, alguién paciente, divertido y agradable. Así a grandes rasgos, pero no tenía muy claro cuáles eran las carcaterísticas específicas, las competencias básicas que se requerían ni nada.

    A día de hoy, he aprendido que no es solo todo esto, que también es fundamental. Sino que requiere el conocimiento de las habilidadades, capacidades y necesidades de los niños por sus edades. Requiere unos conocimientos muy específicos de la infancia. Requiere una paciencia infinita, mucha más de lo que yo me imaginaba; Requiere mucha creatividad y originalidad. Muchísima organización y orden. Es un trabajo muy bonito, muy enriquecedor y gratificante pero muy agotador y sacrificado.

    Y, sobre todo y, lo más importante. Un educador de cualquier etapa tiene que constituir un buen e importante apoyo, sobre todo, en la etapa de educación infantil tiene que ser un buen modelo para los niños/as.




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